Una táctica que han tenido (y siguen teniendo) muchos publicistas es la de querer hacer creer que quienes compren sus productos se convertirán en un número uno y serán la envidia de todos los que le rodean. De esta táctica publicitaria han salido algunos anuncios originales, otros parecidos a lo que se ve en el día a día y otros algo crueles. Estos son algunos anuncios en los que la envidia ha tenido un enorme protagonismo:
El anuncio del muñeco Gu-Gu de Berjusa estaba muy lejos de ser un ejemplo de ética. Esta publicidad podía traducirse como "compra este juguete, no para jugar con él sino para fastidiar a todas tus amigas":en el comienzo del anuncio llega una niña a casa de otra con un "alucina vecina" (frase que se hizo muy popular en aquella época) y le enseña ese nuevo juguete con todo lo que sabe hacer (termina desmayando de "coraje" a su vecina) y la niña se queda con una gran sonrisa de haber chinchado bien a la otra:
Este de Opel Kadett tiene un poco menos de "mala idea", es más bien simbólico: unos perros, que ladran y suben furiosos sobre este coche al verlo llegar, vienen a representar la envidia que puede tener toda la persona que vea a quien tiene este modelo de auto y también da una imagen de éxito y personalidad a quien lo conduce al no afectarle en nada que los perros lo sigan. El spot acaba con esta frase: "deja que los demás ladren, Kadett cabalga"
Los televisores han sido para los publicistas una excusa para dar envidia y la marca Sanyo aprovechó para decir más o menos algo así con este anuncio: si compra un televisor de 14 pulgadas y le toca el viaje a Rio de Janeiro que sorteamos, será la envidia de sus amigos por volver bronceado y tener un televisor que "no lo tiene cualquiera" (año 1987):
También el cupón de la Once quiso poner de protagonista en uno de sus anuncios a la envidia que tiene el vecindario (que para eso es un clásico de la vida real que los vecinos hablen y critiquen todo de los demás). En este, a la vecina que tenía un videoclub le tocó el cupón y las demás vecinas se sorprenden al verla con un abrigo de piel (tanto que hasta una de ellas se deja a la niña dentro del ascensor) y todas se enfadan porque "la del videoclub" es rica y a ver por qué ellas no (y les falta tiempo para ir a comprar un cupón):
Esta publicidad de Volkswagen tiene el argumento que daría un envidioso, empezando por "maldito coche" (anuncio de 1992):
En el anuncio del helado Pirulo, el que lo tomaba no pasaba calor porque este helado terminaba más tarde en acabarse a diferencia de los demás y dos chicos que toman los otros helados (en un principio se resisten a tomar Pirulo) aparte de hacer el tonto, pasan muchísimo calor y acaban tomando el Pirulo ...
(Fuente de los vídeos: You Tube)
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